LA CORRUPCION VIENE DE FABRICA
La corrupción
acapara nuestra atención y la de la
prensa Internacional, aunque este
candente asunto, convertido en corrupción sistémica, existe
desde tiempo inmemorial en nuestro país.
Si ha explotado ahora, es porque
sus cloacas ya no podían contener tanto detritus. Sin embargo lo que se
ve a simple vista, es sólo la punta del iceberg.
De no haberse producido el crack inmobiliario
por la nefasta gestión de la banca, la corrupción en las Instituciones, en las
Administraciones Públicas, y en todos los partidos políticos, seguiría escondida sin freno ni control en los sótanos de la
indiferencia por parte de todos.
En los años de barra libre al crédito, la banca regalaba un pasaporte
directo a la riqueza a personas con bajos ingresos. Rivalizaba entre sí, dando
préstamos de alto riesgo, sin
avales, al interés más bajo, o incluso negativo, y a pagar a 30 o 40 años, para comprar casas, coches de lujo y toda
clase de bienes de consumo. En aquella
época nadie denunciaba el saqueo a las Arcas Públicas por parte de los políticos
, las Instituciones o los Sindicatos. Los
medios, marcados por intereses y alianzas inquebrantables con el Poder, tampoco denunciaban la corrupción, a pesar de que muchos de ellos sabían cómo, cuándo
y quienes se enriquecían
indebidamente y con absoluta impunidad. También
conocían
las empresas coladero a donde iba a parar el dinero robado, que luego
transferían a paraísos Fiscales. Tampoco era denunciada la
nula injerencia de los
Organismos Supervisores, Banco de
España, CNMV, y los Sindicatos, para cumplir con la vigilancia de los responsables.
“No hay que gastar más de lo que se ingresa”
A pesar de la sentencia de Rajoy, la deuda pública española supera ya el 98,4 % del PIB del 2013 y roza el BILLON DE EUROS, según un informe del Banco de España. La deuda se ha ido elevando a un ritmo nunca visto en la historia, debido al rescate a la banca, centralizado en Bankia, Catalunya Bank y en Novagalicia, que ha aumentando el déficit de manera exponencial.
Pocos imaginaban que este
déficit que se gestó con la explosión
de la burbuja inmobiliaria en 2008, nos dejaría un legado en forma de paquete de deuda de más de dos billones de euros, que nos
llevaría a ser explotados
con sueldos de miseria y a los mayores recortes
de nuestra historia. Muchas veces, toda corrupción
pasada, arrastra otra que le sucede
como consecuencia de la anterior, y en el caso de la burbuja inmobiliaria, el refrán “de
aquellos barros vienen estos lodos”, se
ha cumplido.
Pero el problema no acaba
aquí. A esta deuda que soportamos, se
suma la deuda que día a día generan
políticos sin escrúpulos desde
los laboratorios clandestinos de las Comunidades Autónomas. Manuel Fabra,
Presidente de la Generalitat Valenciana, a pesar del
escaso presupuesto que tiene su
Comunidad, gastará 18.000 euros diarios de dinero público en vender
su imagen desde Octubre hasta las elecciones autonómicas en Abril 2015.
El coste de la exaltación
a su ego, nos costará 3,5 millones de euros . Es la tercera vez que
Fabra convoca esta campaña, mientras apenas ha dedicado 2 millones de euros en
combatir la pobreza infantil en su
Comunitat. Un acto como este es un golpe de estado en toda regla y
demuestra que este esperpéntico ser, no se compadece de nadie, mientras sus actos
son justificados.
PSOE:
"Sólo es para ensalzar a Fabra en época preelectoral"
El
despotismo ilustrado, sigue campando a sus anchas desde el discurso patriótico de
muchos políticos desilustrados,
que actúan de forma irresponsable
y sin freno 7 años después del tsunami
inmobiliario. Venidos de una “ejemplar transición” y amparados bajo el palio de la “democracia”, viven
en una nube irreal
desconectados de la penosa realidad que
nos envuelve y arrinconando los problemas que acucian a miles de personas.
Niegan con absoluto descaro, que
exista desempleo, niños sin comer,
enfermos sin subsidios, jóvenes emigrantes por la falta de
oportunidades, enfermos crónicos sin medicamentos por
ser demasiado “caros”, ancianos que
abandonan sus residencias al
reducirles sus prestaciones a la mitad,
etc.
No
puede entenderse que los que nos exigen austeridad, sean los mismos que
despilfarran el dinero en plena crisis, salvo que sean “consumidores
natos de corrupción”, es decir, personas
que no han sido corrompidas por el poder,
sino que ya eran corruptos al llegar al
poder, lo que significa que la corrupción viene de fábrica.
El
sistema de puertas giratorias que se practica,
permite crear una trama muy bien montada
con acuerdos tácitos y voluntades viciadas, derivadas de la condición y el cargo que ocupa
cada uno, un entramado muy difícil de
romper. El Sistema de puertas giratorias
y “el hoy por mi y mañana por ti” se práctica
en muchos países, pero España se lleva la palma. Esto origina políticos rentistas con derecho a pernada durante toda
su legislatura hasta que se mueren. Pero lejos
de ser denunciados y perseguidos para ponerlos de patitas en la
calle, se consolidan en el aparato del
Estado con efectos alarmantes en nuestra economía, en nuestra confianza y en la imagen Internacional que
proyectamos.
Según
el exfiscal anticorrupción Jiménez Villarejo, actualmente hay 2.000 causas
abiertas por corrupción con 500 imputados y con sólo 15 personas en la cárcel. De añadir los casos de corrupción de los
últimos años, la cifra de causas serían escalofriantes:
Fondos
reservados, Matesa, Filesa, Kio, la colza, Juan Guerra, Godó, Gran Tibidabo,
Ibercord, Urbanor, Estevill, Prenafeta, Roldan, Banesto, Naseiro, Pallerols,
Tabacalera, Gescartera, Afinsa, Forum Filatélico, Jesús Gil, Caso Malaya, trama
Gurtel, Jaume Matas, Roca, Palma Arena, Camps, Pretoria, Rato, Botín, Eres de
Andalucia, Del Nido, Blesa, Preferentes, Caja Madrid, Eurobank, Urdangarin, Campeón, Nueva Rumasa, Brugal, caso Palau, Bankia, Diaz Ferrán, Noos,
Bostwana, Bárcenas, Caso Mercurio, Banca Catalana, Caso Millet, Jordi Pujol,
etc.
Que nadie se
equivoque, ni llevando el brazo de Santa Teresa en procesión por cada Comunidad, como hizo la ministra Ana Mato con el sacerdote contagiado por el
ébola, nada curará el virus de la corrupción
que invade a nuestros políticos.
Me quedo
por tanto con la frase esperanzadora de José Luis Sampedro:
“El
sistema está roto y perdido, por eso tenemos futuro”
Luisa
Vicente Santiago