Crédito prendario
Quizá las personas jóvenes desconocen lo que es el Monte de Piedad o el Montepío, pero los estafados por las Preferentes, que somos en su mayoría personas mayores y jubilados, lo sabemos perfectamente. Quizá alguno de nosotros empeñó alguna vez una joya o pertenencia para conseguir dinero que necesitaba en un momento de gran apuro.
Este sistema se inició en Italia en el siglo XV por los Franciscanos a través de entidades benéficas. Los intereses de los préstamos en esa época eran tan elevados, 30 % ó 200 %, que los campesinos y comerciantes no podían acceder a ninguno, por esto los Franciscanos crearon los Montes de Piedad acabar con la usura de los oportunistas y conceder préstamos sin intereses a cambio de dejar una prenda en garantía, que luego se recuperaba pagando por ella lo que te habían prestado.
Esta práctica en Europa se hizo tres siglos después, creando los Montes de Piedad en las propias Cajas de Ahorros, bajo su fundador Jeremy Bentham (1748-1832) con la idea de mejorar las condiciones de vida de las clases trabajadoras, a través del ahorro que les permitía disfrutar de un mejor nivel de vida. Las primeras cajas de Ahorros se fundaron en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII y comienzan a reemplazar a los Montes de Piedad.
Esta introducción ayuda a explicar llanamente el cambalache que a Caixabank se le ha ocurrido para que todos los estafados por Preferentes y Deuda Subordinada queden en paz, sobre todo la entidad.
En este caso, la prenda de valor que la Caixa se quedará, y por la que os concederá el préstamo, no es una joya, ni siquiera son las Preferentes o la Deuda Subordinada, es algo que vale mucho más que la joya más cara, será el compromiso tácito de que no los llevareis a los tribunales. De esta forma no quedará sentencia alguna registrada contra ningún director, empleado, o ejecutivo de la entidad. Con este préstamo que muchos de vosotros aceptareis y que no recrimino, pues cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera, estáis regalándole un expediente inmaculado a todos estos ladrones de traje y corbata que nos estafaron.
Probad de incumplir este compromiso implícito en el préstamo y ejerced acciones legales contra la entidad, y comprobareis qué pasará con vuestra “prenda", donde la subastaran y de qué bienes personales presentes o futuros dispondrán el día menos pensado de quien hoy acepte el préstamo.
Ahora Caixabank os necesita a su lado más que nunca. Os vigilaran para que no piséis ningún juzgado y si sois buenos y hacéis lo pactado, Caixabank repartirá más de 1000 préstamos cada mes.
Luisa Vicente Santiago
La credibilidad como asesores de los bancos ha quedado dañada de forma casi irreparable, puesto que en los últimos años han demostrado una avaricia tan fuera de control, basada en un sistema de gestión que la fomentaba entre sus cuadros mediante incentivos y bonus, que poco importaba el cliente sino vender aquello que había que vender, aunque se tuviera que engañar a unos ancianos o hacer perder dinero a una pareja de recién casados durante toda su vida. Gregg Smith no hacía sino poner el dedo en la yaga.
Los bancos españoles, por su parte, han incurrido, entre otras, en las siguientes prácticas censurables fuera de toda ética:
- Vender preferentes a minoristas: Estos títulos de alto riesgo han sido vendidos entre inversores no cualificados sin explicarles los riesgos en que incurrían, su carácter perpetuo en la mayoría de los casos y la estrechez de su mercado secundario, si es que existía. Es un escándalo del que no vale la pena hablar más, porque cada día está en la prensa.
- Vender Swaps y Clips a minoristas, pymes y autónomos: Cuando los tipos del interbancario estaban en todo lo alto allá en el 2008, los servicios de estudios de la banca detectan que hay señales bajistas en el corto y medio plazo. La banca en conjunto se pone a vender seguros para que subieran los tipos a sabiendas de la altísima probabilidad de que bajaran, asesorando a los clientes erróneamente para que cubrieran un riesgo que al final no se iba a producir y que sólo les ocasionaba pérdidas. Estos productos son de alto riesgo e igualmente no son aptos para ser vendidos a inversores no cualificados, salvo con una exhaustiva información, ejemplos prácticos, etc. En todo caso, no es ético a sabiendas hacer perder dinero a un cliente vendiéndole un producto que no sólo no necesita sino que le costará mucho dinero en el futuro.
- Vender bonos y títulos amortizables a larguísimo plazo: A algunos inversores les han vendido bonos emitidos a plazos entre los 30 y 50 años que no se negocian y que les mantienen atrapados en los mismos. Caso similar a las preferentes, de haberse explicado bien los inconvenientes de estos títulos, los clientes jamás hubieran enterrado su dinero en activos ilíquidos. Hay muchos casos en que se han vendido a ancianos, algunos ya fallecidos.
- Hipotecas en divisas: So pena de vender al cliente un interés muy bajo, por ejemplo el del yen japonés, algunos bancos han comercializado hipotecas en esta y otras divisas, haciendo incurrir a sus clientes en riesgos de tipos de cambio a largo plazo que ni se pueden asegurar ni son aptos para ser asumidos por un particular. El asesoramiento de la entidad, que gana en comisiones de cambio y otros beneficios a lo largo de toda la operación, es nefasto, pues a ningún asesor financiero prudente se le ocurre recomendar a un cliente minorista la contratación de un producto de tal riesgo. Muchos hipotecados han perdido importantes sumas de dinero, debiendo más en la actualidad que el importe de la hipoteca que recibieron, a pesar de llevar pagando años.
- Salidas a bolsa: El caso más expresivo es el de Bankia. La entidad que ofrecía la colocación a sus propios clientes era consciente de su delicada situación financiera, pero no tuvo empacho en embarcar a miles de personas en una inversión tan incierta como el futuro de una entidad con problemas no revelados en sus cuentas. No obstante, los directivos encargados de la colocación ganaron sus bonus y cumplieron con el trabajo de llevar a la ruina a muchos de sus clientes sin pensárselo dos veces, cuando ellos mismos veían la malísima evolución del negocio día a día.
- Fondos y Sociedades de Inversión Inmobiliarias: En plena burbuja inmobiliaria y sabedores de la sobrevaloración del un mercado inmobiliario que los propios bancos alimentaban con crédito de forma irracional pero muy lucrativa, recomendaron la inversión en estas sociedades, algunas de las cuales han hecho perder dinero a sus clientes e incluso han bloqueado sus fondos ante la falta de liquidez que el estallido de la burbuja provocó. Al tiempo, algunas de las entidades promotoras vendían inmuebles sobrevalorados a estas sociedades obteniendo importantes plusvalías, mientras las pérdidas en el futuro las encajaron sus clientes.
- Sobreendeudar a sus clientes: Conocedores de que los bienes inmuebles tenían aúna valoración desorbitada y que los ingresos de los clientes no justificaban en muchos casos las cargas financieras a largo plazo que asumían, no tenían inconveniente en conceder los préstamos contra toda lógica de riesgos. La obligación de la entidad en protección de los clientes de pasivo y de los propios clientes que solicitaban el préstamo como gestores profesionales de posiciones de riesgo hubiera sido desaconsejar a su cliente tal nivel de endeudamiento, aconsejando adquirir una propiedad de menor precio o endeudarse en menor nivel con respecto a su renta. Hay otros casos de sobreendeudamiento en los que se concedían nuevos préstamos a pesar de los otros muchos riesgos que un sujeto tenía contraídos en el sistema bancario y que conocían por el uso de la Central de Información de Riesgos del Banco de España.
Ahora se rescata a los bancos que engañaron a cientos de miles de personas con el dinero de los propios engañados. Y se rescata desde el primero hasta el último, porque no hay banco sano se diga lo que se diga, dado que todo el sistema financiero está interconectado y si no se ayudara a los peores caerían todos, incluso aquellos que se consideran mejores como fichas de dominó. Como caen pymes, autónomos y familias a los que no rescata nadie.
Se legisla tarde para que algunas de estas situaciones no se vuelvan a repetir, pero vendrán otras. Inventarán nuevos productos y servicios con los que sacarle el dinero a nuevos incautos, echándole después la culpa al mercado. La única recomendación es que cuando el banco diga que se puede ganar mucho en esto o aquello, hay que pensar que lo que realmente quiere decir es que él va a ganar mucho, y su cliente ya veremos si gana o pierde, porque en el fondo le da exactamente igual.
http://www.4upress.com/index.php/economia/item/1061-si-su-banco-le-recomienda-una-inversion-haga-cualquier-otra-cosa-con-s#.UHl8sxgni_E
Fuente: 4uPress