La infanta Cristina (mundialmente famosa por la parada de metro de la Linea 3, frente a las oficinas centrales de Caixabank, en la Avda. Diagonal de Barcelona) realizó su primer viaje a Barcelona desde que saltó el escándalo financiero que salpica a su marido y también a la Caixa (cada uno por su lado).
El Duque de Palma comparecerá ante el juez mañana 25 de febrero y parece ser que los abogados de su defensa han pedido una "buena provisión de fondos" y la infanta "se ha tenido que poner a trabajar" otra vez, la pobre.
Por esta razón, la infanta, que reside en Washington (haciendo gala de su "patriotismo"), viajó a Barcelona para participar en un acto en la sede de CosmoCaixa de Barcelona (lástima que nos enteramos tarde).
Una de las muchas declaraciones de uno de los abogados de Undargarín, Pascual Vives , dejó claro: "En la vida, si todos pudiéramos apretar un botón y rebobinar el tiempo, todos intentaríamos hacer las cosas mejor" ... (osea que ha "trinkao" con el Instituto Nóos ). Con abogados defensores como éste para que querran fiscales.
Por su parte, la Infanta Cristina dice que no sabía nada de las historias de su "noble esposo" el duque de Palma, además ella solo es vocal de "una fundación sin ánimo de lucro y no hay testigos que confirmen que haya actividad alguna por su parte" (es decir, que la clave es que "no hay testigos").
Resumiendo: el "sueldecito" de la Infanta Cristina en la Fundación la Caixa servirá para pagar la defensa de Undargarín, gracias a su buen amigo Isidre Fainé (parece ser que tambien gracias a esta amistad, no les colocaron ni participaciones preferentes, ni deuda subordinada, ni obligaciones convertibles en acciones).
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